Dos
planetas están en conjunción cuando aparecen muy juntos al observarlos desde un
tercero, en este caso la Tierra. En realidad la conjunción es un efecto de
perspectiva, ya que realmente hay millones de kilómetros entre los planetas,
pero vistos desde la Tierra parece que están casi tocándose.
En el
caso de ayer 26 de Abril, los protagonistas fueron el planeta Venus y nuestro único satélite
natural, la Luna, en su fase creciente.
Acerca de Venus...
Los
romanos le pusieron este nombre por su belleza en honor a Venus, su diosa del
amor, equivalente a la griega Afrodita. Venus y Gea (Tierra) son los únicos
planetas del Sistema Solar que tienen nombres de diosas.
Venus
y la Tierra se formaron en la misma época, a partir de la misma nebulosa. Ambos
son rocosos y de tipo terrestre. Sin embargo, son muy diferentes, Venus no
tiene satélites que orbiten a su alrededor, tampoco tiene océanos. Además, su
densa atmósfera provoca un efecto invernadero que eleva la temperatura hasta
los 500 ºC, siendo éste abrasador.
Los
primeros astrónomos pensaban que Venus eran dos cuerpos diferentes, porque unas
veces se ve un poco antes de salir el Sol y, otras, justo después de la puesta.
Venus es el tercer objeto más brillante que podemos ver en el cielo, después
del Sol y la Luna. El impresionante brillo de este lucero (del alba o del
ocaso, según cuando se vea), el más hermoso de los planetas, se debe a tres
factores:
- Es el planeta cuya órbita tenemos más cerca.
- Tiene un gran tamaño aparente, ya que el real es parecido a la Tierra.
- Tiene un albedo muy alto, ya que su atmósfera refleja mucha luz y porque Venus es el planeta más cercano a la Tierra. Venus puede ser visto frecuentemente pocas horas después de la puesta del Sol o antes del amanecer como el objeto más brillante en el cielo (otro además de la Luna). Se ve como una estrella muy brillante. Venus es el planeta más brillante en el Sistema Solar.